Creatividad

Tenemos la idea preconcebida de que la creatividad surge por generación espontánea, pero nada más lejos de la realidad. 

Cuando hablamos de una persona creativa, probablemente estemos hablando de alguien que, cuando le vienen ideas a la cabeza, las anota, las madura, las piensa desde ángulos muy diferentes, las trabaja, las desecha, las compara…hasta que por fin, consigue darle forma.

Lo mismo pasa en la empresa pero con algunos matices importantes.

¿Qué hace que una empresa pueda gestionarse de manera creativa?

  • Debe fomentar el trabajo en equipo, no puede concebir este trabajo de otra manera.
  • Debe existir un ambiente que favorezca la innovación, perder el miedo al cambio.
  • El equipo debe disponer de los medios necesarios para favorecer el proceso. En algunos casos, puede ser mínimo: papel, boli, una pizarra y un lugar de reunión. 

¿Y cómo lo hacemos?

Existen muchas técnicas de creatividad, herramientas que nos permiten ordenar todas la ideas que surgen en el proceso creativo, de manera que lleguen a buen puerto y nos aseguren un resultado; en algunas ocasiones, genial y en otras, tendremos que volver a empezar.

¿Cuáles son las técnicas de creatividad más comunes?

  • Brainstorming o tormenta de ideas. Con esta técnica tal vez la más conocida, intentamos obtener un gran surtido de ideas a partir de las cuales comienza el verdadero proceso de creatividad, cuando de estas ideas iniciales, van surgiendo ideas superpuestas. A partir de ahí comienza el proceso de análisis de las ideas obtenidas para poder obtener posibles alternativas que resuelvan el problema inicial.
  • Mapas mentales es una técnica muy útil para explorar un problema y generar ideas por asociación. Estas sesiones permiten tener una visión más global del problema y de las posibles alternativas para solucionarlo.
  • Los seis sombreros para pensar. Cada sombrero simboliza una forma de ver, una manera específica de pensar a la hora de ver el problema que queremos solucionar, que va cambiando según el sombrero que tenemos puesto. El sombrero blanco informa sobre el mundo, es neutro, es objetivo. El rojo: se centra en los aspectos no racionales del pensamiento. Permite expresar las emociones, los sentimientos y las intuiciones. El negro: es el sombrero de la precaución. Su carácter es netamente lógico. El amarillo, ve las cosas con optimismo. El verde es el de la creatividad, permite ofrecer posibilidades diferentes. El sombrero azul, es el del control, el que permite organizar el pensamiento y el que da orden al posible caos que se haya podido crear con esta sesión de creatividad.
  • Sinéctica: Se trata de utilizar el…si yo fuera…Buscar analogías en situaciones diferentes, intentar dar soluciones al problema observando soluciones a problemas similares.

Existen muchas más técnicas de creatividad, todas muy interesantes, pero lo que nos gustaría que quedase claro en este post, es que la creatividad es un proceso que se puede y se debe reproducir voluntariamente, es decir, un trabajo más.

Agradecemos a nuestra amiga Luisa Arana Rueda, que a través del libro “Guía de la creatividad en la empresa” de la que es co-autora, nos ha inspirado este post.

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